Acuario III

El período Acuario III toma como imagen central la aceptación. Este período puede compararse simbólicamente con el momento de la vejez de una persona en el que surge una actitud más tolerante. Muchas actitudes prejuiciosas, intolerantes y críticas han perdido importancia y, en ocasiones, han sido completamente eliminadas. Aunque la irritación y la negatividad pueden aparecer en esta última etapa de la vida, en este punto muchos han adoptado una actitud complaciente hacia sí mismos, sus elecciones, sus amigos y seres queridos y, de hecho, el mundo en general. Para quienes siguen una religión, la creencia en la vida después de la muerte y un creciente sentido de responsabilidad motivan acciones caritativas. Los poderes sobrenaturales, el disfrute de los placeres simples, así como el humor y la sabiduría que se manifiestan en el pensamiento y el habla, marcan esta época. Lo ideal es que, incluso cuando enfrenten dificultades físicas, demuestren una dignidad e integridad que sirvan de inspiración para los más jóvenes.

El tema de la aceptación es fuerte en la vida de los nacidos bajo Acuario III. Algunos son testarudos y no particularmente abiertos a ideas y personas inusuales, pero se vuelven cada vez más tolerantes a medida que pasan los años. Otros son demasiado receptivos desde una edad temprana y se dejan manipular o influenciar indebidamente por personas más fuertes y egoístas. El desafío para los nacidos bajo Acuario III es permanecer abiertos al mundo y al mismo tiempo conservar la capacidad de ser selectivos con las influencias nocivas.

Habiendo lidiado con sus propios prejuicios, los nacidos bajo Acuario III a menudo se convierten en defensores de los oprimidos. Desprecian la intolerancia y el trato injusto en cualquier forma. También reaccionan instintivamente contra aquellos que se dan aires de afectados o pretenden ser algo que no son. Encontrar defectos en los demás suele ser la especialidad de los nacidos bajo Acuario III, y si llevan esta tendencia al extremo, pueden resultar sumamente hirientes y causar sufrimiento a los demás. La razón de este comportamiento puede encontrarse en una baja autoimagen, que tal vez refleje actitudes de los padres en la infancia.

La ira de los nacidos bajo Acuario III es repentina y explosiva, pero rara vez dura mucho. Sus amigos y familiares generalmente se dan cuenta de que es mejor para todos que su agresión e insatisfacción se expresen en lugar de reprimirse. A las personas ingeniosas nacidas en la Semana de la Aceptación rara vez les faltan nuevas ideas. Quizás porque se meten en dificultades o situaciones desafiantes con tanta frecuencia, pronto aprenden a desenredarse de los dilemas. El hecho de que creen y resuelvan sus propios problemas los convierte en dos figuras mitológicas fusionadas en una: Dédalo, que creó el laberinto, y Ariadna, que mostró a Teseo cómo salir de él. En un sentido básico, los nacidos bajo Acuario III son sus peores enemigos.

Rara vez descansan por mucho tiempo, los nacidos bajo Acuario III aman la actividad y el movimiento. Su vivacidad es un rasgo extremadamente positivo cuando se trata de amigos y, a menudo, son buscados por su atractivo, su conducta inusual y su lenguaje colorido. El lado negativo de su carácter lo sienten más sus familiares que sus amigos, ya que es en las tareas diarias de convivencia donde se manifiestan sus mayores problemas. Los nacidos esta semana pueden estar constantemente molestos con los miembros de su familia y, como no le dan mucho valor a la autoconciencia, es posible que no se den cuenta de que en realidad son ellos los que les irritan.

Los nacidos esta semana se ven afectados fácilmente por lo que dicen y hacen los demás. Un comentario o una mirada de reojo puede fácilmente hacerles perder el equilibrio durante unas horas o incluso arruinarles el día entero. Los nacidos bajo Acuario III son particularmente vulnerables a los ataques personales. Pueden soportar cualquier cantidad de críticas sobre sus ideas inusuales y, de hecho, se defienden bien, pero se derriten cuando tratan con personas que los conmueven emocionalmente. Aprender a ser menos vulnerable a los argumentos y a reírse de la negatividad de los demás, ya sea intencional o no, es importante si desea mantener su equilibrio psíquico.