Aries con Leo

Esta puede ser una relación excitante y profundamente personal, enfocado en ser él mismo y expresando emociones muy particulares. Ambos le tienen el don de la intuición, la pasión y la empatía, cualidades asociadas con los elementos dominantes de la relación de fuego (Aries y Leo) y agua (Piscis y Cáncer). En combinación, estos dones son reforzados, y la relación contribuye más a ellos y les da un alto grado de compatibilidad física y mental. La pareja entonces, está marcada por la comunicación fácil y por el placer sexual. En la relación nunca habrán demandas excesivas entre ellos, ya que el intercambio fluye libre y fácilmente entre ellos. No hay necesidad de tener excusas por su comportamiento o suprimir sus instintos básicos.

La naturaleza sin preocupaciones de esta combinación hace que cualquier tipo de relación que contenga tiene muchas posibilidades de éxito, incluyendo en el trabajo o negocio. Aunque pesada, sin embargo, es más adecuada para amor y amistad. Los enamorados Piscis-Aries y Cáncer-Leo, en general, se sienten bien en esta relación y son en la mayoría de los casos, relaciones satisfactorias. Gozan de un disfrute tranquilo y comprensión con respecto uno al otro, sienten que están en la misma longitud de onda. Aquí sólo con una mirada basta para que se entiendan.

En esta relación, el amor y el afecto puede ser expresado de una manera sencilla, sin la exhibición pública de la emoción o la necesidad de impresionar a los demás. El matrimonio también puede tener éxito, siempre y cuando se establezca una base financiera y emocional estable. Para proporcionar este tipo de seguridad si se requiere de un trabajo, y ambos pueden tener que renunciar a una parte de su libertad con el fin de establecer algunos límites a su impulsividad. En la familia, la empatía entre los dos favorece a los pares y hermanos y entre padres e hijos.

Los nacidos en Piscis-Aries y Cáncer-Leo deben tener cuidado, sin embargo, no renunciar a sus poderes individuales, especialmente cuando se trata de otras personas. Ellos tienen la necesidad y el deseo de compartir con los demás, y se pueden abrir lo suficiente para compartir con un círculo de amigos en común. También es posible, sin embargo, que los celos y la posesividad surjan como un factor destructivo. Poner primero la relación, manteniendo ciertas áreas de sus vidas privadas y exclusivas les puede dar la estabilidad necesaria.

_{Consejo: Compartir, pero no disponer de él. A veces hay que hablar francamente. No piense que todo está garantizado. Respetar la privacidad de los demás.}

La pregunta central de esta relación es la regla y la independencia. No importa qué fuerte o cómo de veraz es la voz de la autoridad, hay impulsos rebeldes que piden a gritos ser escuchados. El reconocimiento es una cuestión importante aquí: ¿cómo se puede reconocer una voz baja e íntima, cuando quien la reconoce acaba de declarar los hechos? Lo que quiere decir, tal vez un poco en broma, mirada ligeramente diferente o una nueva idea. ¿Qué pasa si, sólo por esta vez, es la autoridad poderosa la que se equivoca?

Ninguna relación puede dominar completamente a ninguno de los dos y si se puede, en realidad no es una relación. En este caso, el dominio Leo I puede ser simplemente demasiado para el Piscis-Aries, que simplemente querrá retirarse. Además, dado que los nacidos en Leo I se pasan tanto tiempo en su carrera, puede ser difícil para ellos dar a lo representantes de Piscis-Aries una verdadera atención. Aún así, es posible una interacción, si no es en las áreas de amor y amistad, entonces con seguridad en el trabajo, donde los nacidos en Piscis-Aries pueden ofrecer ideas imaginativas que los nacidos en Leo I dan forma y luego ponen en práctica. Se puede aprender mucho de la relación entre el valor de tener un ego fuerte y los problemas que se pueden crear del ego en las interacciones con otras personas del mundo.

Los nacidos en Piscis-Aries, a su vez, si esfuerzan por mantenerse firmes en la relación, pueden aprender algo acerca del peligro de ir demasiado lejos en la arrogancia. Pueden surgir inseguridades, lo que interrumpe temporalmente la relación, pero también pueden dar lugar al reconocimiento de la vulnerabilidad, la admisión de los errores y apertura de visión. Estas son lecciones de ser humano. Además, los elementos que distraen a esta relación pueden ser algo más que el aburrimiento; pueden conducir a la relajación y la diversión.

El tema de la dependencia también aparece en la interacción de padres e hijos. Los padres autoritarios Leo pueden provocar la revuelta en los niños de Piscis-Aries o hacer que se retraigan, heridos. Un peligro mayor, tal vez, es la excesiva dependencia, los niños Piscis-Aries con los padres Leo I, aparentemente omniscientes. Es necesario que haya un equilibrio que permita la independencia productiva, donde la relación puede crecer sin irritar la polarización.

_{Consejo: Deje la vulnerabilidad. Admita los errores. Crecer con las experiencias mutuas. Deja que tu voz se oiga menos. Aliente a los esfuerzos interdependientes.}

En pocas palabras, esta relación se basa en la libertad. Por lo tanto, no sólo incluye una gran cantidad de impaciencia y falta de voluntad para comprometerse sino que también una verdadera justicia y la aversión al subterfugio y la falta de honradez. La otra cara de esta moneda es que cualquier trasfondo psicológico profundo puede llegar a ser incomprensible para los socios y muy doloroso de descifrar. El tiempo, la inclinación y la capacidad de comprender y expresar simpatía puede ser insuficiente o incluso inexistente. La relación puede lograr más éxito en el plan de Amistad, siempre y cuando pueda ser mantenida, la libertad individual. Si es así, deben ser capaces de cumplir con sus responsabilidades. 

Los nacidos en Leo II se encuentran entre las personas más leales del año, y los representantes de Piscis-Aries se beneficiarán de eso, si pueden contar con su ayuda en tiempos de crisis. Los nacidos en Leo II pueden tener problemas para hacer frente a los altibajos emocionales y de vez en cuando la desesperación de los nacidos en Piscis-Aries, o pueden verse satisfechas con la posibilidad de su ayuda, de una manera objetiva y ver los resultados positivos de su contribución. Los dos valoran la amistad y son serios en mantenerla. Los elementos ardientes de la relación entre Piscis-Aries y Leo II pueden encontrarse fácilmente en la expresión de una historia de amor, pero el nacido en Leo II puede ser muy exigente y quiere controlar el dominio físico con Piscis-Aries. 

Aunque inicialmente están encantados con las cualidades más efímeras de los Piscis-Aries, el Leo II también puede carecer de este modo de una cierta sensibilidad y el nacido en Piscis-Aries finalmente sentirse desacreditado y no satisfecho/a. Si un representante de Leo II tiene un asalto directo al afecto de Piscis-Aries, ósea que sea muy agresivo en su discurso o en la acción, la persona nacida en Piscis-Aries puede ser rehusada y salir del paso en silencio, teniendo en cuenta que el caso no vale la pena. 

Esta relación rara vez tendrá una larga vida. No sólo se verá afectada por los problemas, si no que también por la necesidad constante de la libertad individual hará que una boda o una situación más permanente sea difícil de mantener. Por otra parte, a menudo les cuesta reconocer y admitir el fracaso, por lo que algunas relaciones de esta combinación siguen insistiendo cuando en realidad deberían dejarlo de lado. A estas relaciones problemáticas, a menudo les acompaña una actitud resignada y en el caso de los Piscis-Aries y Leo II no es diferente.

_{Consejo: La libertad puede ser importante, pero también lo es la cooperación. Admitir el fracaso puede ser un paso positivo – puede significar la conquista.}

Hay una necesidad en esta relación de tomar el poder en sus manos, darle forma y dirigirlo. La pasión encuentra aquí un terreno fértil, pero todo poder autoritario dentro o fuera de la relación, no será bien tolerado, esas pasiones deben ser sometidas a la condición de que esto se haga con la dignidad y la libre elección. A lo sumo, la combinación de Piscis-Aries y Leo III pueden dar dirección a un proyecto o unirse a los sentimientos sutiles y definirlos. No se debe hacer ningún intento de quebrar el fuerte espíritu independiente de ese par.

Dado que es extremadamente difícil para los dos en esta relación admitir sus errores, es probable que surjan contenciones entre ellos, cada uno afirmando ser infalible. El fin de una discusión devastador y prolongado puede venir como agotamiento o incómoda tregua, pero raramente como concesión mutua o una disculpa. Quizás el enfoque más realista es de acuerdo o no, o al menos de acuerdo en no discutir. Por desgracia, sólo sirve para resolver los problemas de relación. Se requiere un esfuerzo duro para mantener los canales de comunicación abiertos y procederá a establecer la aceptación y la comprensión.

Ambos, tanto los Piscis-Aries como los Leo III son emocionalmente misteriosos y viven en un mundo de sentimientos complejos. El aspecto amor de una relación erótica entre ellos puede convertirse fácilmente en una forma para cada uno para expresar tales sentimientos, ya sea positivo o negativo, y su relación puede llegar a ser muy satisfactoria e incluso duradera.

Sin embargo, el control de la energía desordenada es fundamental en esta combinación, y las emociones fuertes que amenazan la estabilidad de esa relación, probablemente conducen a su ruptura. Aún así, se puede alcanzar una intensidad que ambas partes recordarán toda la vida. Si existe algún tipo de equilibrio o dirección de determinadas energías presentes en esta relación, se puede lograr mucho.

Ya sea en la amistad o en cuestiones de amor, la clave de la plena confianza en esta relación puede estar en admitir errores y debilidades. Cualquier acto de perdón aquí, no poner ningún freno en la tendencia a culpar a los demás o entrar en un viaje de culpabilidad puede ser una gran victoria. Por último, la doma a el tigre requiere de perseverancia y respeto.

_{Consejo: La relación maestro-esclavo no funciona. El respeto mutuo es la clave. El dominio puede ser adquirido con paciencia. Evite la culpa. Equilibre la energía caprichosa.}